Se trata de un modelo 1 a 1, pero no de saturación. Es decir, cada alumno de las aulas beneficiadas recibirá un equipo, sin embargo el plan -por lo menos por ahora- no prevee cubrir (saturar) todo el sistema educativo.
Según fuentes oficiales, el presupuesto global del proyecto es de 323 millones de pesos, de los cuales el 76% corresponde a la licitación por la compra de equipos. Un 14% del presupuesto se aplicaría al acondicionamiento edilicio, cableados, conectividad y otros aspectos técnicos. Y un 10% se invertirá en capacitación docente.
Los plazos de entrega se realizarán en tres partes: entre marzo y abril será la primera tanda, mientras que en agosto y octubre se distribuirá el resto de los equipos. La prioridad en la llegada de las netbooks a las instituciones educativas estarán determinadas por las disponibilidades técnicas y de infraestructura que tenga cada edificio.
Los destinatarios serán aproximadamente 240.000 alumnos de los últimos tres años del ciclo de especialización en educación técnica, de unas 1156 escuelas de todo el país. A diferencia de otros planes de éste tipo, los equipos no son propiedad de los alumnos y éstos sólo podrán llevarlos a sus domicilios con autorización de los directivos de la escuela.

¿Cómo son los equipos?

Los equipos portátiles forman parte de la serie Classmate 3 de EXO, un modelo de equipo que promueve Intel para el sector educativo.
Son netbooks y tienen las siguientes especificaciones:

• Procesador Atom N450
• Pantalla de 10 pulgadas
• 1GB de Ram
• 160 GB de capacidad en disco
• 3 puertos USB
• Wi-fi
• Cámara integrada
  
• Windows o Linux
• Software educativo

Les dejo una crítica muy positiva de los equipos:



Y además de entregar los equipos?... Los debates que nos debemos:

Sabemos que no es suficiente con repartir equipos, con conectividad y soporte, incluso tampoco alcanza con unas cuantas capacitaciones. Lo que realmente nos falta es debatir este tipo de políticas.
Como ya he dicho -incluso respecto del Plan Ceibal- estas iniciativas se enriquecen más de la crítica constructiva que de los elogios y la adhesión.
Debemos revisar los aspectos más polémicos como los financieros, metodológicos, técnicos, así como la decisión de restringir el plan a determinados destinatarios (escuelas técnicas solamente). Pero lo más importante es debatir acerca de sus fundamentos centrales, justamente aquellos en los que más acuerdo existe, donde el consenso parece evidente y donde sin darnos cuenta damos por sentadas algunas cuestiones como si fueran obvias.
Por lo tanto, cuestionar los fundamentos de una política educativa demanda un trabajo reflexivo muy serio que debería comenzar por re-pensar esos supuestos de los que venimos partiendo de forma a-crítica hace un tiempo.
Un debate profundo que apenas hemos comenzado y que aún carece de profundidad, un debate que adeudamos.